Con la persistencia del dominio masculino en el sector tecnológico, es fácil olvidar cuán crucial ha sido el rol de las mujeres en su desarrollo desde sus orígenes, hace aproximadamente 300 años. A pesar del constante flujo de obstáculos, las mujeres han perseverado para que sus trabajos fueran reconocidos y ampliamente utilizados, tanto es así que muchas de las pioneras de la data science inicial eran mujeres.
Los orígenes de las mujeres en la tecnología se remontan a los años 1700, cuando Nicole-Reine Lepautre, matemática y astrónoma francesa, predijo el regreso del cometa Halley el 13 de abril de 1759, y fue casi exacta cuando el cometa llegó el 13 de marzo de 1759.
Las mujeres y la tecnología en el siglo XIX
El siglo XIX estuvo marcado por numerosos desafíos para las mujeres en el campo de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Uno de los obstáculos más impactantes fue la contradicción entre el hecho de que las universidades aceptaban mujeres, que había clases de computación para las mujeres y posiciones de enseñanza disponibles para ellas, y el hecho de que las mujeres miembros de la facultad universitaria estaban forzadas a renunciar si se casaban.
Entre otras mujeres pioneras del siglo XIX, se incluyen Maria Mitchell, la primera científica estadounidense en descubrir un cometa, Anna Winlock, quien contribuyó en la producción de datos astronómicos en Harvard, y Henrietta Swan Leavitt, quien se dice descubrió las cefeidas variables, lo cual ayudó a explicar la expansión del universo.
Las mujeres y la tecnología en el siglo XX
Factores como el impacto de la revolución industrial en la segunda mitad del siglo XIX, así como la Primera y Segunda Guerra Mundial, provocaron que las mujeres tuvieran muchas interacciones con la tecnología durante el siglo XX. Numerosas mujeres ganaron experiencia en ingeniería trabajando con maquinaria en grandes fábricas y como operadoras telefónicas.
Las mujeres y la tecnología en el siglo XXI
Hoy en día, se están realizando esfuerzos para promover a las mujeres en el sector tecnológico, pero el término se ha vuelto algo así como un buzzword y todavía queda un largo camino por recorrer antes de lograr la paridad de género en este sector.
De hecho, según The Guardian, a pesar de los esfuerzos de toda la industria, los informes sobre disparidades salariales de género, las conferencias TED y las campañas para animar a las niñas a estudiar disciplinas científicas en la escuela y en la universidad, el porcentaje de mujeres empleadas en el sector tecnológico en el Reino Unido apenas ha cambiado, pasando de un 15,7 % en 2009 a un 17 % hoy en día. Y las mujeres solo ocupan un 10 % de los puestos de liderazgo en el sector.
En general, se estima que solo el 19 % de las mujeres trabajan en el sector tecnológico y que en Europa, solo el 15 % de las nuevas empresas son fundadas o co-fundadas por mujeres.
Y sin embargo, este año, en el Web Summit, el evento tecnológico más grande de Europa, las mujeres representaron el 50,5 % de los participantes -una cifra igual a la de los hombres- por primera vez en diez años de historia del evento.
Está claro que el interés de las mujeres en el sector tecnológico es alto, pero la industria parece estar atrasada con respecto a otras en sus esfuerzos por reclutar, promocionar y destacar a las mujeres.
Algunas empresas, sin embargo, están decididas a revertir esta tendencia. Tal es el caso de Depop, la aplicación de moda de segunda mano, donde el 57 % del equipo directivo está compuesto por mujeres. Remo Gettini, director de tecnología, ha trabajado con un organismo de formación para contratar a mujeres ingenieras prometedoras. Más de un tercio de sus graduados son mujeres, y muchas de ellas han trabajado luego para marcas como Deloitte, Google, la BBC y el Financial Times.
Sarah Luxford, socia en el área de tecnología digital y de datos en GatenbySanderson, una firma especializada en la búsqueda de ejecutivos, cree que es necesario un cambio más amplio y sistemático para abordar las actitudes persistentes de que el lugar de una mujer está en el hogar.
«Para mí, se trata tanto de problemas socio-económicos como de la infraestructura. También está ese gran mito de que para trabajar en tecnología, tienes que ser un técnico. En realidad, la industria necesita habilidades diversas, ya sean de gestión de programas, finanzas o operaciones.»
Hace algunos años, mientras trabajaba en una firma cazatalentos, la Sra. Luxford estaba frustrada por la falta de mujeres preseleccionadas para puestos de liderazgo. Para comprender los obstáculos y cómo superarlos, viajó al Silicon Valley, cerca de San Francisco, para entrevistar a 50 de las mejores mujeres en tecnología.
«De estas conversaciones, se hizo evidente que las mujeres debían tener las habilidades digitales adecuadas, asegurarse de que se estableciera una mentoría sólida, observar el financiamiento de los fundadores [de empresas], aumentar el número de inversores de capital de riesgo e inversores ángeles femeninos, [promover] las mejores prácticas en general y cambiar los mandatos de los miembros de la junta y los directores no ejecutivos para fomentar la diversidad.»
Armada con este conocimiento, Luxford luego co-fundó Women in Tech en 2016. Ahora cuenta con 5 500 miembros en el Reino Unido y trabaja con organizaciones, el gobierno y las mujeres para inspirar el cambio.
La tecnología es una carrera brillante para todos, incluyendo a las mujeres.
Numerosos artículos claman que las mujeres no necesitan cumplir con todos los requisitos antes de aplicar a un trabajo; sin embargo, las mujeres tienden a solicitar un rol si creen que cubren el 100 % de las calificaciones, mientras que los hombres con frecuencia levantan la mano cuando cumplen con el 60 %.
Para muchas personas, especialmente mujeres, la idea de trabajar en el sector tecnológico es intimidante. Usualmente, los artículos que reciben más atención y publicidad son aquellos que presentan a genios de la tecnología, como Elon Musk y Steve Jobs (los cuales no son muy relacionables). Incluso más ya que la cultura pop tiende a pintar el estereotipo del hombre solitario, o del startup dirigido por un hombre, trabajando frenéticamente en la computadora, programando hasta altas horas de la noche.
No obstante, la tecnología se está convirtiendo en el motor de todo. Los supermercados son ahora empresas tecnológicas, incluso el modelado estadístico necesario para combatir la Covid-19 se basa en tecnología. El mundo está lleno de problemas para resolver y cuanto más diversas sean las equipos que los aborden, mejores serán los resultados para las empresas, los gobiernos y la humanidad.
Las compañías tecnológicas necesitan roles que van más allá de las habilidades técnicas: los puestos de jefe de producto, gerentes de éxito del cliente y gerentes de crecimiento son comunes (y necesarios), y no es necesario saber programar o inventar una nueva aplicación para postular a ellos.
Agregar también que trabajar en el campo de la tech es un entorno ideal para mujeres que desean manejar la organización de su tiempo, con flexibilidad significativa, la posibilidad de ser más independientes, un trabajo remunerativo y una verdadera progresión de carrera. Ante todo, la oportunidad de una sociedad más abierta con una reducción de las desigualdades sociales que viene a romper los estereotipos.
Si deseas empezar en el campo de la tech, no dudes en contactarnos para que podamos acompañarte en tu proyecto de carrera!