Sin hacer ruido, el Internet de las cosas se ha instalado en nuestra vida cotidiana. El asistente de voz y las bombillas conectadas se han vuelto comunes en los hogares. El IoT también se cuela en el mundo profesional y en el horizonte, la comunicación entre objetos conectados abre el camino a aplicaciones ambiciosas.
El Internet de las Cosas (Internet of Things / IoT) consiste en dotar con conexión a Internet a los objetos más comunes. Dichos objetos pueden entonces ser manejados de manera inteligente mediante aplicaciones o bien ser controlados a distancia.
Miles de millones de objetos conectados
Según Exploding Topics, para 2024, hay más de 15 mil millones de objetos IoT en el mundo, con un tercio en China. Y se espera que este número se duplique para 2030. De hecho, un gran número de dispositivos IoT ya son parte de la vida cotidiana.
Asistente de voz
Todo el mundo se ha acostumbrado a ordenar otras aplicaciones, pero también otros objetos conectados desde su asistente de voz Google Home, Amazon Echo o Homepod de Apple. Según COMK, más de uno de cada dos franceses utiliza un asistente de voz y el 77% de ellos considera que mejora su vida cotidiana.
Cámaras de vigilancia
Las cámaras de vigilancia se han convertido en artículos habituales en las tiendas de electrodomésticos. Hay muchos kits que pueden alertarte en tu smartphone y darte acceso al videoportero en caso de movimientos sospechosos.
Pulseras conectadas
Desde 2017, Fitbit comercializa «rastreadores de actividad» -la mayoría en forma de pulseras- que ayudan a analizar la actividad física. Pueden indicar el número de pasos dados, el número de pisos subidos o las pulsaciones del corazón. Una tesis de la American Heart Association que sugiere que realizar 10.000 pasos al día reduce el riesgo de enfermedades cardíacas ha contribuido significativamente a la popularidad de este tipo de accesorio. Otros actores han entrado en este campo: Jawbone, Garmin, Apple…
Báscula conectada
Desde su lanzamiento a fines de 2009, las básculas de Withings han conquistado a millones de usuarios atraídos por la capacidad de estas para monitorear la evolución de su peso y proporcionar consejos de salud personalizados.
Drones de ocio
Lanzado en 2010, el Parrot AR. Drone fue el primer dron en conquistar al gran público. Desde entonces han aparecido muchos competidores, como el chino DJI, con superventas como la gama Mavic.
Bombillas conectadas
Las Philips Hue y modelos similares de Google o Xiaomi se han integrado naturalmente en los hogares. Quizás hayas instalado una de ellas y programado diversos ambientes lumínicos adecuados para diferentes horas del día.
Contador eléctrico conectado
Aunque sea controvertido, el contador Linky poco a poco ha encontrado su lugar. Permite a EDF leer el consumo de un hogar sin tener que entrar en el edificio. Un sistema de gestión inteligente de la energía ayudaría a regular nuestro consumo y resultaría en una disminución de la factura de electricidad. Además, el módulo radio de Linky puede informar a Enedis en caso de un corte de energía, sabiendo que la mayoría de los incidentes pueden ser gestionados a distancia.
Casa conectada
Antes inaccesible, la casa conectada se ha democratizado progresivamente. La tendencia que se ha desarrollado es el «Do It Yourself». La mayoría de los nuevos objetos de domótica pueden ser conectados y activados con facilidad. Google, Microsoft y Apple se encuentran entre los grandes actores del sector.
El termostato inteligente baja la calefacción cuando estamos lejos. La lavadora retrasa su inicio hasta el momento en que el costo de la energía es más bajo. Los objetos pueden alertarte: el detector de humo envía un SMS si detecta un problema. El simulador de presencia en el hogar enciende luces para dar la impresión de que hay alguien cuando estás de vacaciones.
Control a distancia
La capacidad de controlar un aparato a distancia es el factor que motiva a la mayoría de usuarios a adquirir IoTs. Quizás hayas vivido esta situación: a medio camino de la estación, te asalta la duda: ¿cerraste las ventanas? Gracias a las casas conectadas, ya no es necesario volver: los cerrojos pueden ser operados desde un smartphone.
El IoT profesional
En el ámbito profesional, el IoT favorece ciertas formas de telemetría (medición a distancia), supervisión de edificios (alarma de incendios, etc.), o también la gestión de equipamientos urbanos (iluminación). En algunos almacenes, chips permiten localizar paquetes. En el sector de la construcción, sensores pueden monitorear continuamente la solidez de un puente.
Los objetos comunicantes
El IoT opera a un nivel superior cuando los objetos conectados pueden intercambiar datos entre ellos. Tenemos un adelanto con los asistentes de voz, pero a una escala mayor, el intercambio de información abre el camino a usos avanzados.
- Un coche autónomo como el Waymo recopila todo tipo de información de la carretera, para adaptar su conducción, su velocidad, evaluar distintas rutas o las condiciones del tráfico.
- Las «ciudades inteligentes», esas ciudades cuyos componentes (edificios, redes de energía, carreteras, medios de transporte, iluminación pública, semáforos, etc.) están conectados, ven desarrollarse una multitud de servicios: gestión optimizada del agua, de la distribución de la energía…
De este modo, el IoT provoca una transformación a gran escala de nuestra civilización.