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Palantir: ¿el poder de los datos… o los datos al servicio del poder?

Palantir es una empresa tecnológica especializada en el análisis avanzado de datos masivos. Nacida en el ámbito de la inteligencia estadounidense, hoy en día es utilizada tanto por los ejércitos como por los industriales. ¡Descubre sus herramientas emblemáticas, su lugar en la nueva era de la IA generativa, pero también las controversias que suscita!

Los datos, todos hablan de ellos. Pero muy pocos saben realmente manejarlos a gran escala, con rigor, velocidad e impacto. Hoy en día, las empresas quieren predecir las rupturas de stock, los Estados quieren anticipar los conflictos, los hospitales quieren salvar vidas antes de que aparezcan los síntomas. Y en las sombras, un actor discreto orquesta todo esto: Palantir.

A menudo mencionada con una mezcla de fascinación y temor, esta empresa nacida en los años 2000 en la encrucijada de la inteligencia y Silicon Valley, ha sabido imponer su visión de unos datos «operacionales». Ni una base de datos, ni una simple herramienta de análisis, Palantir se reivindica como un cerebro estratégico, capaz de transformar el caos informacional en decisiones lúcidas.

¿Pero qué hace exactamente esta empresa? ¿Por qué sus herramientas son tan utilizadas tanto en el ejército estadounidense como en Airbus o Sanofi? ¡Te lo explicamos!

Una startup creada por la CIA

Palantir no es una startup como las demás. Fue nacida en el ámbito de la CIA, a través de su fondo de inversión tecnológica In-Q-Tel. Su misión inicial era muy clara: luchar contra el terrorismo haciendo los datos inteligibles para los analistas. Su nombre, inspirado en las piedras de visión del Señor de los Anillos, marca la pauta: se trata de «ver a través de los datos».

A diferencia de los GAFAM que monetizan tus clics, Palantir vende plataformas analíticas ultra poderosas a los gobiernos y a las grandes empresas. Se basa en tres productos clave. Primero, Gotham está dedicado a las agencias de inteligencia y a las fuerzas armadas. Es la herramienta utilizada para cruzar miles de millones de datos (radar, terreno, ciber, inteligencia humana…) e identificar amenazas, planificar misiones o detectar redes.

Por su parte, Foundry está pensado para el mundo industrial y civil. Permite conectar, limpiar, visualizar y modelar los datos de una organización entera. Está dirigido tanto a ingenieros de datos como a usuarios de negocio. Menos conocido por el público general, Apollo es el motor de implementación de software del conjunto. Permite a Palantir actualizar sus plataformas en tiempo real, incluso en entornos ultra sensibles.

La posición está clara: Palantir no vende ni líneas de código ni dashboards. Vende una super capa de inteligencia. Un marco en el que los datos, por complejos o dispersos que sean, se vuelven accionables. Y eso lo cambia todo.

Un actor discreto, pero imprescindible

Palantir no está en todos los podios tecnológicos. No hay keynotes ostentosos, ni anuncios para el público general, mucho menos una app para smartphones. Y sin embargo, la huella de esta empresa es masiva. Defensa, inteligencia, energía, salud, industria… es difícil encontrar hoy en día un sector estratégico en el que Palantir no esté implicada.

En cuanto a los Estados, equipa especialmente al ejército estadounidense, las agencias de inteligencia, el departamento de seguridad interior o incluso a la policía de Nueva York. En Europa, ha colaborado con el NHS británico durante la crisis del Covid para coordinar los hospitales y gestionar los stocks de vacunas. En Francia, trabaja con Airbus, Sanofi, TotalEnergies y varias entidades públicas (aunque pocas se atreven a anunciarlo a los cuatro vientos).

¿Su modelo? Un enfoque integrado, ultra proactivo, donde la empresa envía a sus propios ingenieros a los equipos de los clientes para adaptar las herramientas a cada realidad del terreno. Esto conduce a una implementación profunda, que hace tanto su fortaleza como su controversia. Porque si Palantir brilla por su eficacia, también molesta.

Sus lazos con la CIA, su papel en la vigilancia de migrantes en los Estados Unidos, o su cercanía asumida con figuras políticas conservadoras (como Peter Thiel, su cofundador) alimentan una imagen turbia, entre innovación brillante y poder opaco…

Foundry, la plataforma preferida de los data workers

Poco a poco, Foundry seduce a las grandes empresas. A primera vista, es una simple plataforma de gestión y análisis de datos. Pero en realidad, es un entorno completo que permite hacer que los datos vivan, de principio a fin, sin ahogarlos en la complejidad técnica.

Todo empieza con un pipeline: ingestión, estandardización, calidad, transformación. Todo esto opera en una interfaz visual intuitiva, que reconcilia los negocios con los ingenieros. Donde un proyecto de datos clásico requiere varias herramientas, Foundry centraliza todo: exploración, modelado, gobernanza, escenarios, monitoreo, automatización.

Su verdadero activo es lo que se llama ««Ontologías»»: una forma de modelar la realidad del negocio, no como líneas de base de datos, sino como objetos vivos (camiones, almacenes, pacientes, máquinas…). Esta capa semántica hace visibles y manipulables los casos de uso operacionales para todos, incluso sin conocimientos técnicos.

En Airbus, Foundry se ha utilizado para optimizar la cadena de suministro de piezas de avión. En Merck, ha permitido anticipar faltas de medicamentos en plena pandemia. Y en Ferrari, sirve para controlar el rendimiento de los vehículos de F1.

Gotham, la herramienta que equipa a los ejércitos

Si Foundry está pensado para las fábricas, Gotham, en cambio, está hecho para el campo de batalla. Este software, diseñado inicialmente para la CIA y el FBI, permite cruzar, visualizar y analizar masas de datos operacionales en tiempo real.

En Gotham, cada evento, cada individuo, cada punto GPS se convierte en un nodo en una red viva. El objetivo es proporcionar a los analistas, militares o policías una visión completa y sintética de una situación compleja, a menudo en condiciones extremas. En Irak o Afganistán, Gotham se ha utilizado para identificar redes terroristas, prever sus movimientos, o desencadenar ataques dirigidos. En policía criminal, se utiliza para reconstruir cadenas de contactos, analizar registros y detectar patrones invisibles al ojo humano. Pero detrás de este poder se esconde una pregunta crucial: ¿hasta dónde se puede automatizar la intuición humana? Palantir promete que el humano se mantiene «en el bucle», pero en realidad, los algoritmos guían cada vez más las decisiones tácticas.

Y entonces entramos en un debate explosivo: ¿se puede delegar una decisión de vida o muerte a una interfaz? ¿Dónde comienza la vigilancia legítima y dónde termina la deriva autoritaria? Esta dualidad es lo que hace tan singular a Palantir: una herramienta de protección con capacidades impactantes, pero que exige una vigilancia constante sobre sus usos.

Palantir en la empresa: ¿una apuesta ganadora?

Lejos del ámbito militar, Palantir también atrae cada vez más a los grandes grupos industriales y logísticos, cansados de proyectos de datos que se estancan. Lo que propone la empresa es un ganar en velocidad y coherencia, haciendo que los datos sean inmediatamente explotables por los responsables de la toma de decisiones.

Gracias a su arquitectura modular, Foundry permite, por ejemplo, conectar un ERP, sensores IoT, hojas de Excel y API externas en un solo entorno. Los equipos pueden luego construir dashboards, alertas automatizadas, e incluso simulaciones de impacto. Por ejemplo: «¿Qué sucede si un proveedor falla?».

Pero lo que realmente marca la diferencia es la dimensión operativa. Donde otras herramientas se detienen en la visualización de datos, Palantir lleva hasta la recomendación, la ejecución y el seguimiento del impacto. En resumen: un almacén puede adaptar sus órdenes automáticamente, una fábrica puede reconfigurar su producción en tiempo real.

¿Funciona? Los resultados son espectaculares. Stellantis ha reducido sus costos logísticos, BP ha optimizado sus operaciones offshore, y algunos hospitales estadounidenses han disminuido los tiempos de espera en las urgencias. Es data activada, industrializada, encarnada. Pero esto también plantea otra pregunta: ¿deberíamos confiar una parte creciente de nuestros procesos a una empresa tan cerrada como Palantir?

Controversias y críticas: el reverso de la moneda

Es difícil hablar de Palantir sin mencionar la zona gris que rodea su actividad. Porque detrás de la temida eficacia de sus herramientas, se encuentra una serie de controversias que la persiguen.

La primera fuente de preocupación: los vínculos históricos con la inteligencia estadounidense. Ciertamente, la empresa presume defender los valores occidentales. Pero también ha estado involucrada en programas de vigilancia masiva, rastreo de migrantes (con la agencia ICE en los Estados Unidos), y asistencia militar en zonas sensibles. Parte de la comunidad tecnológica la considera como el anti-Google, no en el plano tecnológico, sino ideológico.

Otra crítica recurrente: la falta de transparencia. Palantir proporciona plataformas poderosas, pero revela muy poco sobre sus modelos, sus pipelines o sus reglas de atribución de puntaje. Para algunos investigadores en ética de la IA, esto crea un ««efecto de caja negra»» particularmente peligroso. Se pueden tomar decisiones importantes basadas en algoritmos cuyos sesgos nadie conoce…

Otros también señalan un riesgo de dependencia tecnológica. Una vez que una organización estructura sus datos y flujos alrededor de Foundry o Gotham, es difícil retroceder. Además, las interfaces son propietarias, y el soporte técnico pasa casi exclusivamente por equipos de Palantir. Pero tal vez ahí resida la estrategia: crear herramientas tan útiles, tan profundamente integradas en los procesos, que se vuelvan indispensables… incluso para sus detractores.

Palantir y la inteligencia artificial generativa

Desde 2023, Palantir ha acelerado su transición hacia la inteligencia artificial generativa, integrando LLMs (Large Language Models) en sus plataformas Gotham y Foundry. Pero aquí, nada de jugar con chatbots. La ambición es clara de hacer colaborar a las IA y los humanos.

¿El concepto? Un usuario puede formular una solicitud en lenguaje natural, del tipo «Simúlame el impacto de un bloqueo en la cadena de suministro en el sudeste asiático». La IA genera entonces escenarios, visualizaciones e incluso acciones recomendadas, basadas en los datos internos de la empresa y en flujos externos (noticias, clima, movimientos logísticos…).

Ahora, Palantir habla de AI Agents: entidades capaces de actuar en el sistema, dialogar con otros agentes y orquestar planes complejos bajo supervisión humana. En Gotham, estos agentes pueden, por ejemplo, anticipar los movimientos enemigos a partir de sensores en el terreno y recomendar una maniobra. En Foundry, pueden reasignar automáticamente los inventarios o predecir fallos en las máquinas. ¡Una verdadera revolución!

Pero una vez más, ¿cómo garantizar que la IA no tome sola decisiones irreversibles? ¿Quién controla al agente y bajo qué reglas?

¿Qué futuro para Palantir?

Palantir nunca ha sido tan visible… al mismo tiempo que sigue siendo esquiva. Mientras sus contratos gubernamentales explotan en los Estados Unidos, la empresa apuesta cada vez más al sector privado europeo para consolidar su crecimiento. Salud, energía, transporte, clima: todos los grandes desafíos del siglo XXI se convierten en tantos campos de juego para su plataforma Foundry.

Su discurso también evoluciona: donde antes hablaba de «guerra contra el terrorismo», la firma se presenta hoy como un socio de soberanía tecnológica. Una especie de baluarte occidental frente a los gigantes chinos o las derivas de los GAFAM. Su CEO, Alex Karp, ya no duda en reivindicar un papel político: el de una empresa que «toma posición» en un mundo inestable.

Pero la competencia se organiza. Surgen alternativas más transparentes, de código abierto y cloud-native, y los grandes grupos quieren mantener el control sobre sus datos estratégicos. En este juego de equilibrio entre rendimiento y confianza, Palantir deberá demostrar que puede ser un socio… sin intentar convertirse en un amo.

Conclusión: Palantir, el análisis de datos como arma de influencia

En la encrucijada de la tecnología, la geopolítica y la ética, Palantir encarna tanto las promesas como los peligros de la era algorítmica.

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Ahora que sabes todo sobre Palantir. Para más información sobre el mismo tema, descubre nuestro artículo completo sobre los agentes IA y nuestro artículo sobre los LLM!

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